Esta es una iniciativa que nació desde el Comité de Convivencia Escolar de la ciudad de Tuluá, liderado por la Secretaría de Educación, con la participación de la Secretaría de Salud, Bienestar Social, Casa de Justicia, ICBF, y la Policía de Infancia y Adolescencia. 

Esta estrategia se implementa mediante intervenciones en las instituciones educativas donde se han generado alertas por violencia sexual. En estas intervenciones, todas las entidades involucradas realizan campañas preventivas utilizando herramientas pedagógicas y juegos didácticos. 

por ejemplo, se emplean dinámicas como la escalera para ayudar a los estudiantes a entender conceptos claros sobre la violencia sexual, las formas de prevenirla y las rutas de atención disponibles en caso de necesidad. Estas actividades no solo educan a los estudiantes sobre los peligros y señales de la violencia sexual, sino que también les proporcionan las herramientas necesarias para protegerse y buscar ayuda.

También, la Secretaría de Salud contribuye con actividades pedagógicas, como "El semáforo del cuerpo". Esta actividad tiene como objetivo que los estudiantes se concienticen sobre las partes de su cuerpo mediante un ejercicio de autoconocimiento. Durante la actividad, se brinda orientación sobre las partes íntimas del cuerpo, inculcando respeto y conocimiento sobre sus cuerpos y la importancia de mantener la privacidad y el respeto por estas áreas. 

Los beneficios de este tipo de encuentros son numerosos. En primer lugar, estas jornadas fomentan un ambiente seguro y de confianza en las instituciones educativas, donde los estudiantes pueden aprender y discutir abiertamente sobre temas sensibles como la violencia sexual. Al proporcionar información clara y accesible, se empodera a los estudiantes, dándoles las herramientas necesarias para reconocer y denunciar situaciones de abuso.