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Historia - Alcaldía de Tuluá
Tuluá no tuvo acta de fundación. Se ha adoptado históricamente el año de 1.639 como el año de inicio del tundo de Tuluá porque en los archivos históricos de Buga reposa una carta enviada por don Juan de Lemus y Aguirre, propietario de las tierras entre los ríos Tuluá y Morales, y en aquel entonces alcalde de Buga, solicitando permiso para abrir el camino a Barragán, hoy en día corregimiento de Tuluá.
En ese documento se habla del “Fundo de Tuluá”, lo que significa a todas luces que para ese entonces la primigenia fundación ya estaba hecha y alrededor de los trapiches del señor Lemus y Aguirre se estaba cuajando la nueva población.
Tuluá fue fundada a orillas del rió que lleva su nombre y que es de indudable origen Pijao. Algunos historiadores han escrito sobre la creencia de que los indígenas que habitaban ese sitio eran llamados los “Tolúes”, pero posteriores estudios de la conformación de los indios Pijao y la similitud de nombres en la zona paralela sobre el valle del rió Magdalena, hacen posible comprobar que la terminación “luá” con el prefijo en la gramática Pijao “tu” significaría “tierra del mas allá”.
Don Guillermo E. Martínez en su primera Monografía de Tuluá, publicada en 1.911, dice al respecto: “Tuluá (antiguamente Tuluá) es una voz indígena cuya significación no es conocida. Ha habido quienes afirman que significa “Tierra Fácil” y esto guarda alguna analogía con el nombre de “tulú”, proveniente de “Tuluá”, que los indios paeces dan al plátano que se produce en abundancia y de la mejor calidad en las tierras del Distrito”.
Desarrollo: La vida de Tuluá ha estado ceñida a su río. El primer fundo, a orillas de sus aguas, estuvo fijado en el sitio de Palomestizo, en los alrededores del actual aeropuerto de Farfán. por donde entonces corría el río. En 1.730 Tuluá era parroquia.
El congreso de 1.824, por decreto del 23 de Junio, coloca a Tuluá como uno de los Cantones de la Gran Provincia de Popayán. Solo en 1.825 obtuvo su autonomía y gozó de esa calidad. Desde entonces se consideró Municipio, porque el 30 de mayo de ese año se reunió el primer Concejo Municipal, compuesto por los siguientes ciudadanos:
- José Vicente Ramírez.
- José María Lozano y Victoria.
- José Joaquín de Llanos.
- Francisco Miguel Medina.
- Francisco José de Rojas.
- José Antonio Correa.
- Ignacio Corrales.
Tuluá no figura dentro del grupo de las Ciudades Confederadas del Valle del Cauca, porque en la época que estas promovieron los actos patrióticos de insurgencia contra el gobierno español. aún dependía civilmente de Buga. Pero ciudadanos Tulueños si atendieron al llamado de la Patria, y así en febrero de 1.811 concurrieron en representación de los vecinos de esta población, a la Junta que se reunió en Buga, los señores Joaquín de Victoria y Pedro Pablo de la Cruz y allí prestaron juramento. de obediencia y lealtad al Gobierno de las Ciudades Confederadas.
La ley 20 del 21 de diciembre de 1.857, expedida por la Asamblea Departamental del Estado Soberano del Cauca y creo la Provincia de Tuluá, designando a Tuluá como Capital. Quince años mas tarde la Constitución del Estado, expedida en Popayán el 3 de septiembre de 1.872, en su articulo 6° dividió el Estado en Municipios y éstos en Distritos y se enumero a Tuluá entre los primeros, es decir, como Municipio. En la medida que él rio fue cambiando de curso al caer el Valle del Cauca, la ciudad se vio obligada a desplazarse hasta tomar su asentamiento definitivo a mediados de 1.875, cuando se constituye el Parque de Boyacá y se construye, por fin la iglesia de San Bartolomé.
Dos son las características de Tuluá durante este periodo de formación lento. La primera, que fue una ciudad que no se dio alrededor de un parque principal o de una plaza mayor como la mayoría de las ciudades de la estructura hispánica. La segunda, que, por la misma razón o por algunas otras que los historiadores no han descifrado, solo vino a tener iglesia parroquial a finales del siglo pasado, pese a tener cura doctrinero desde casi siglo y medio antes. La Iglesia de San Bartolomé.
El municipio de Tuluá limita por el oriente con el municipio de Sevilla y el departamento del Tolima; por el occidente con el río Cauca y el municipio de Riofrío. Por el norte con los municipios de Andalucía y Bugalagrande y por el sur con los municipios de Buga y San Pedro.
Posee diversidad de pisos térmicos y alturas que van entre los 960 metros sobre el nivel del mar en el área urbana y una temperatura promedio de 24° C hasta los 27° C. Posee también alturas que llegan hasta los 4.400 metros sobre el nivel del mar, en donde se encuentran los páramos de Barragán y Santa Lucía.
Su ubicación estratégica hacen de Tuluá un cruce de caminos, ubicada en la zona centro del departamento, a una distancia de 350 kilómetros de Bogotá, la capital de la república; a 102 kilómetros de Santiago de Cali la capital de nuestro departamento; a 228 kilómetros del Puerto de Buenaventura y a 24 Kilómetros de la ciudad de Guadalajara de Buga, la tierra del Señor de Los Milagros.
Su influencia socioeconómica se extiende sobre un número representativo de municipios vecinos, siendo considerada como una ciudad Región, a la que acude una población flotante provenientes principalmente de los municipios de Andalucía, Bolívar, Bugalagrande, Riofrío, Roldanillo, San Pedro, Sevilla, Trujillo y Zarzal entre otras, quienes ven en esta ciudad un ejemplo de desarrollo y dinamismo comercial.
Al igual que el resto del Valle del Cauca, las actividades agrícolas de Tuluá dependen de los cultivos permanentes, sobresaliendo la caña de azúcar con el 85% del área sembrada.
Tuluá se convierte así en epicentro regional, comercial, industrial y prestador de servicios de excelente calidad; su estructura vial y de transporte le permite influir sobre una amplia zona en su entorno.
Dentro de su hidrografía, el municipio de Tuluá lo bañan los ríos Tuluá, Bugalagrande, Cauca, Los Osos, Morales, San Marcos y Sabaletas.
Respecto a la Economía del municipio, podemos decir que está representada principalmente por la agricultura, la ganadería, el comercio, la prestación de servicios y el impulso actual del sector de prestadores de servicios en salud, teniendo un gran repunte en los últimos cinco años y permitiendo posicionar a Tuluá dentro del panorama regional y a nivel del suroccidente colombiano, como una ciudad prestadora de servicios en salud con un alto nivel.
De igual manera la mediana industria ocupa dentro de nuestra economía, un lugar destacado, a través del cual existe la presencia de un significativo número de empresas que generan una dinámica en nuestro municipio, entre las que se cuentan los ingenios Sancarlos, Carmelita y Riopaila, como también importantes empresas e industrias como Nestlé de Colombia, Colombina, Levapán, Huevos Oro, Almacenes La 14, Inversiones Tuluá, entre muchas otras más, permitiendo de igual manera una generación de empleo y un flujo de efectivo en nuestra ciudad que la hacen distinguir como un polo de desarrollo generadora de una dinámica económica.
Como centro agrícola del Valle del Cauca, el municipio de Tuluá cuenta con una variedad de climas, desde los 10° C en la zona cordillerana en donde existe una gran reserva natural como lo es el Páramo de Las Hermosas, hasta los 27° C y 28° C en la zona plana.
Por la abundancia de sus aguas, su eficiente red de vías de penetración y la fertilidad del suelo equitativamente parcelado, pues no existe el latifundio, Tuluá ocupa un lugar prominente entre los 42 municipios del departamento.
En la parte montañosa o cordillerana, alcanza alturas de hasta 4.000 metros sobre el nivel del mar como es el caso de ubicación de los corregimientos de Barragán y Santa Lucía, en donde se produce trigo de la más alta calidad ya en muy poca proporción, cebada, papa, cebolla y la fresa, al igual que se le reconoce como una reserva lechera de gran proyección por los números Hatos Ganaderos que se tienen allí.
En el clima medio se produce café, maíz, fríjol, hortalizas y toda clase de frutas como la mora, el tomate de árbol el maracuyá y en la parte plana-cálida, caña de azúcar, maíz, cacao, plátano, arroz, tabaco, algodón, soya, millo, ajonjolí y una amplia variedad de pastos.
Llegada del primer tren a Tuluá. (1928)
Al tiempo, empero, se salta el segundo limite físico que la ciudad tuvo. El río Tuluá. Se construye un nuevo puente sobre la que hoy es la calle 26 y se comienza a pensar en crecer sobre la margen derecha. Dentro de tales limites y en el marco de esos reducidos años se construye el Tuluá del futuro, se levanta el acueducto municipal, se constituye la Empresa de Luz de Tuluá, hoy Compañía de Electricidad de Tuluá E.S.P, se construye la Galería y el Pabellón de Carnes, se trazan los primeros colectores de alcantarillado y se comienza la construcción tanto del Palacio Municipal como del Colegio Gimnasio del Pacífico, hoy en día convertido en la Palacio de Justicia.
El grupo de Ciudadanos que establecen estos parámetros de desarrollo prolongan su influjo hasta comienzos de la década del 40, cuando las variaciones históricas y políticas del país terminan llevando a Tuluá a ser el epicentro de la más cruda violencia hasta el punto de convertirse en permanente noticia nacional durante toda una década, lo que produce un evidente atraso para Tuluá. A finales de la década del sesenta, comienzos del 70, el parque Bolívar de Tuluá y el paso a nivel de la calle 25, después de las 4 de la mañana era un verdadero hormiguero humano. De todos los barrios populares salía la gente, mochila en mano con el almuerzo al hombro, a tomar los camiones e irse a trabajar al campo. Algunos cogían algodón, otros soya o maíz, dependiendo de la época del año. Había tabaco sembrado y hasta ají. Famoso se hizo el cuento del hotel de la calle sarmiento con el puente nuevo, en donde entre semana no se podía dormir porque si no eran los ‘iguazos’ (trabajadores del campo) era el ruido de los carros de una empresa de transporte intermunicipal que allí estaba ubicada.
Tuluá comenzó su crecimiento acelerado. Hacia 1.960 su zona urbana llegaba por el occidente un poco mas allá de las líneas del ferrocarril. Lo mas alejado era el barrio Playas, el Rojas era muy reducido. Por el lado oriental el barrio Victoria se estaba consolidando, El Fátima apenas estaba en construcción. El Alvernia se componía de unas pocas casas de las familias más adineradas. Solo a comienzos del 70 y ante el empuje de la economía aparecieron nuevos barrios, Rubén Cruz, Porvenir, Farfán, Maracaibo, El Jardín, El Príncipe y otros.
Un hecho macro-económico contribuyo a ese desarrollo, la bonanza cafetera. El mayor ingreso de los habitantes de las faldas de las cordilleras influyo en la ciudad. Su comercio se fortaleció, más sucursales bancarias se abrieron. El perímetro urbano se siguió extendiendo. Buena parte del barrio Sajonia fue construido entonces. Gente de Trujillo y esa zona fueron los urbanizadores. A comienzos de la década del 80, la clase dirigente comienza a planificar sobre las necesidades, y en base de esos estudios, y del adelanto de algunas realizaciones se produce en 1988 y 1989 el segundo saldo de Tuluá hacia el futuro casi en repetición del que la ciudad dio en la década del 20. Se consolida finalmente la nueva planta de teléfonos cambiando el sistema electromecánico por el digital, se quintuplica su capacidad y se proyecta su desarrollo inmediato, se revisa y perfecciona el sistema de pozos de agua potable como solución para los periodos de escasez, se comienza la construcción del nuevo acueducto, sé semaforiza el centro de la ciudad, se inician los trabajos de pavimentación de la vía a la Marina, se amplían los andenes de la calle Sarmiento, se remodela la antigua sede del colegio Gimnasio del Pacífico y se convierte en el Palacio de Justicia, se construye la Terminal de Transporte.